Nikon D300+ 600mm f4 (ISO 320; 1/320s; f9; 0,0 eV), pareja de cigüeñas
en la Iglesia de Nuestra Señora de la Jara, en Acedera (Badajoz).
Cada 3 de febrero se celebra la festividad de San Blas, que siempre asociamos a la llegada de las cigüeñas desde los lejanos lugares donde pasan el invierno, siendo su tardanza considerada un augurio de lo que nos depararán los meses venideros (“Por San Blas la cigüeña verás, si no la vieres, año de nieves y si la vieres, año de bienes”). Según el refranero, la llegada temprana de las cigüeñas se interpreta como una primavera adelantada y de previsiones favorables. Por el contrario, si se retrasan es porque el invierno durará más de lo habitual y nada bueno cabe esperar. No obstante, como cada vez son más las cigüeñas que se quedan con nosotros en invierno, los refranes alusivos a la fenología de las cigüeñas carecen de valor predictivo hoy en día.
Pero una de las virtudes menos conocida de San Blas es la ser “protector de las enfermedades de garganta”. De hecho, aparece con frecuencia representado en tallas y cuadros con su mano en la garganta y también el refranero hace numerosas referencias a ello: “"Por intercesión de San Blas, te libre Dios de los males de garganta" o “San Blas cura de la garganta, al mozo que come y que no canta”. Se bendecían collares o gragantillas del Santo para proteger las gargantas, velas para colocar cerca del cuello de los enfermos, lazos o cordones que se anudaban en la garganta (había que llevarlos al menos 9 días para que fuesen efectivos) o alimentos (rosquillas, galletas, panes, anises, caramelos de malvavisco, etc…) que al ser ingeridos aliviaban o protegían de padecimientos como la faringitis, las ronqueras o los constipados. Ni que decir tiene que San Blas se ha ganado a pulso ser en la actualidad el patrono de los Otorrinolaringólogos. Ciertamente la garganta fue crucial en la vida de San Blas, ya que murió decapitado por sus perseguidores, enfurecidos porque al intentar ahogarle en un lago milagrosamente consiguió salir a flote y caminar sobre sus aguas.
Quién sabe, quizás el sonoro crotoreo los picos de las cigüeñas también podría tener relación con esas otras virtudes que se le atribuyen a San Blas!
Interesante enlace sobre San Blas de Sebaste y las curiosas celebraciones en su honor:
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