lunes, 15 de diciembre de 2008
La determinación del sexo y la edad en el Abejaruco común
La determinación del sexo
En la bibliografía clásica se asume que el dimorfismo sexual en el Abejaruco común (Merops apiaster) es poco patente y que se restringe principalmente a matices y tonalidades en el colorido del plumaje. Dichas diferencias se concretan, a grandes rasgos, en tonos más verdosos y pálidos para las hembras que para los machos. Las diferencias biométricas, con valores sensiblemente superiores para los machos (al menos para la longitud de ala, pico tarso y cola), no permiten distinguir ambos sexos en campo.
Si bien la determinación de los sexos resulta complicada y casi imposible a simple vista, el acercamiento que permiten los objetivos fotográficos y la definición y nitidez de las imágenes obtenidas, hacen posible en muchas ocasiones saber si se trata de machos o hembras. Para el fotógrafo de Naturaleza, las posibilidades para diferenciar el sexo del Abejaruco común están condicionadas en gran medida por las partes del ave que estén visibles en la imagen final.
De este modo, la determinación del sexo será más factible si se dispone de imágenes de las aves de perfil con el ala plegada o con el ala extendida, o bien de espaldas mostrando una o las dos alas extendidas. En ocasiones las imágenes de aves en vuelo también permiten una identificación con éxito.
Para la determinación de machos y hembras, las principales diferencias se encuentran en el color las grandes cobertoras del ala (la primera fila de plumas que se disponen por encima de las secundarias) y de las cobertoras medianas (las filas de plumas que se sitúan por encima de las grandes cobertoras).
Los machos presentan la parte externa de las grandes cobertoras de color castaño rojizo uniforme, así como las cobertoras medianas, que son de idéntico color. Con el ala plegada, se aprecia una amplia franja de color castaño, sin presencia de plumas verdes. (Figura 1).
Figura 1. Macho de Abejaruco común. Detalle de las grandes cobertoras mostrando sus bordes de color marrón castaño (a) y las cobertoras medianas del mismo color (b)
En el caso de las hembras, la parte externa de las grandes cobertoras es de castaño pálido pero con el borde externo de color verde azulado. Las cobertoras medianas presentan una mezcla de plumas verdes y marrones. Con el ala plegada, se aprecia una franja de color verdoso de intensidad variable o con mezcla de verde y castaño. (Figura 2).
Figura 2. Hembra de Abejaruco común. Detalle de las grandes cobertoras mostrando sus bordes de color verde azulado (a) y la mezcla de plumas verdes y marrones en las cobertoras medianas (b).
Figura 3. Macho y hembra de Abejaruco común. La hembra (a la izquierda) muestra una mezcla de plumas verdes y marrones en el ala plegada. El macho (derecha) muestra claramente una franja marrón castaño que se extiende por gran parte del ala.
Aunque existe una cierta variabilidad en los caracteres anteriormente descritos e incluso individuos cuyo sexo no se puede determinar con facilidad, se asume que los machos muestran alas con un predominio de color castaño, mientras que en las hembras el castaño siempre aparece mezclado con verde en una proporción variable (desde una amplia franja o restringido sólo al borde de algunas plumas).
Determinación de la edad
A partir de la primera quincena de junio ya pueden empezar a verse los primeros jóvenes de Abejaruco común volando fuera de las colonias.
Las características más distintivas de los ejemplares jóvenes son las siguientes (Figura 4):
• ojo pardusco (rojo muy apagado)
• nuca y dorso de color verdoso
• cobertoras del ala verdosas
• rectrices centrales de la cola con la elongación de las puntas poco o nada desarrollada.
Figura 4. Abejaruco común (joven). Detalles mostrando ojo pardo (a), dorso verdoso (b) y cola sin elongación en las plumas centrales (c).
Los adultos presentan las siguientes características (Figura 5):
• ojo rojo brillante
• cabeza, nuca y dorso de color pardo
• rectrices centrales de la cola con elongación de las puntas muy desarrollada.
Figura 5 . Abejaruco común (adulto). Detalles mostrando ojo rojo (a), dorso pardo (b) y cola con marcada elongación en las plumas centrales (c).
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¡Magnífico post!. Tus explicaciones son realmente muy buenas.
ResponderEliminarSaludos
Hola Atanasio, excelente artículo, muy aclarador, en especial para las personas que actualmente estamos trabajando con nuestro Merops apiaster. Yo, personalmente, estoy haciendo un TAD en la universidad sobre la distribución del abejaruco dependiendo de los usos del suelo extremeño, con el profesor Casimiro Corbacho, al cual, me parece, según sus palabras, que conoces bastante bien. En fin, escelente artículo, muy interesante.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Atanasio:
ResponderEliminarRealmente impresionante tu blog y tus comentarios. Me siento orgulloso de haber compartido contigo aquel inolvidable campamento de Monfrague allá por el año 81, en que descubrimos que teníamos en común, además de la pasión por la Naturaleza, el cariño a los primillas...
Un abrazo y gracias por aquellas fotos que me enviaste hace tiempo.
Saludos
José Luis Valiña
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