martes, 1 de junio de 2010

La rectriz externa del chochín (para Víctor Pizarro)


Estas líneas están especialmente dedicadas a mi amigo Víctor Pizarro (Ciudad Dormida), al que agradezco enormemente el comentario que dejó en la anterior entrada de este blog (“Blanco, azul y negro”) por hacerme recordar aquellos maravillosos años iniciáticos que tuvimos la suerte de compartir.

Por fortuna, en aquella época ya teníamos la buena costumbre de apuntarlo todo en nuestras libretas de campo y, repasando, resulta que fue en 1982 y no en 1988 cuando ambos nos conocimos en un campamento organizado por ADENEX en Monfragüe. Supongo que los 28 años que han transcurrido desde entonces quizás sean responsables de que la memoria nos falle de vez en cuando, je, je!
 Portada de mi libreta de campo del año 1984, con una pegatina de la comisión de zoología de ADENEX

Aquella acampada fue para mí una de las experiencias más intensas de mis comienzos pajareros y recuerdo la emoción de ver por primera vez todas esas aves emblemáticas (la cigüeña negra, el buitre negro, el águila imperial, el halcón peregrino….) y de recorrer a nuestras anchas los lugares más recónditos de Monfragüe con la sensación de estar descubriendo algo nuevo a cada paso. En aquella época Monfragüe no alcanzaba ni por asomo las cifras abrumadoras de visitantes que tiene en la actualidad, ni era tan conocido fuera de la región. En plena Semana Santa se podía acampar libremente en las orillas del Arroyo Malvecino o disfrutar del espectáculo del Salto del Gitano casi a solas. A falta de Centro de Interpretación, las charlas nocturnas se amenizaban proyectando dispositivas sobre una de las paredes de la iglesia de Villarreal de San Carlos, que entonces estaba pintada de blanco. 


Algunos de los instrumentos de "aquella época": binoculares Super Zenith 8x30 (me duraron más de 8 años), proyector de diapositivas (con carrusel giratorio, lo más de lo más) y camara analógica (en casa había una fantástica Olympus Pen como la de la foto, pero no me dejaron llevarla al campamento)

Yo tenía entonces 15 años y un par de años antes tuve la enorme suerte de que me regalaran mi primera guía de aves y unos flamantes prismáticos Super Zenith de 8x30. Pero mucho más importante fue tener cerca a mi tío Jesús, que logró contagiarme la pasión que él sentía por las aves y al que le debo que esta afición marcase por completo el resto de mi vida. Dudo mucho que algún día se lo pueda agradecer lo suficiente.
 Esta fue mi primera guía: "Plantas y animales de España y Europa", de Harry Garms y Wilhelm Eigener, editadada por ENUSA en 1978. Agotada desde hace años, incluso una edición posterior, de 1985. Ya es de coleccionista!

La rectriz externa del chochín en su envase original me la regaló mi tío Jesús hace un montón de tiempo y ha permanecido casi 30 años entre las páginas 220 y 221 de “la Singer”, la que fue mi guía de aves favorita, acompañándome en todas mis correrías de campo, de mochila en mochila, sin perderse ni deteriorarse.

!!!La famosa rectriz externa del chochín!!!!

Lugar en que que ha estado la pluma guardada durante casi 30 años

También recuerdo que me apisonaba leer los cuadernos de campo de mi tío Jesús, repletos de observaciones de aves recopiladas sistemáticamente a lo largo de muchos años e ilustrados con sus propios dibujos. Sin duda el contenido de esos cuadernos y la ilusión de algún día poder hacer algo parecido fue crucial para afianzar mi interés por la ornitología. Mis primeras libretas de campo en realidad no se parecían a los Cuadernos de Campo de Félix que todos queríamos imitar, sino que eran una copia de los de mi tío Jesús (usaba libretas pequeñas de anillas, hojas cuadriculadas, marcaba fechas, lugares y especies con distintos colores fluorescentes, etc..), aunque con el tiempo fueron evolucionando hacia un estilo más personal, como es lógico. 

 Algunas páginas de mis cuadernos de campo del año 80 y 82


La colección completa de los Cuadernos de Campo de Felix Rodríguez de la Fuente los compré en 1989 en una Feria del Libro


Qué ilusión me ha hecho que el amigo Víctor se acordase del detalle de la rectriz externa del chochín y de esos momentos compartiendo las libretas de campo, desempolvando a la vez todos los sentimientos unidos a aquella entrañable época. Yo también recuerdo que me quedó sorprendido un pequeño cuadro en el que Víctor había colocado con absoluta limpieza y precisión todos los elementos que componían la egagrópila de un búho chico (de esos que  habitaban en un lugar secreto de los pinares de la carretera de Valverde, que sólo él conocía), su colección de plumas y un montón de “tesoros” que guardaba con el mayor de los cuidados.

En aquel campamento de ADENEX coincidimos muchos jovenzuelos que con el paso de los años hemos continuado con la afición por las aves y la naturaleza, como Antonio Gutiérrez (Oakgreen, el superagente), Jesús Valiente (incombustible miembro de ADENEX), Jose Román (que ya era todo un referente para muchos pajareros y de los primeros en divulgar el anillamiento de aves), José Luis Valiña Reguera (el estudioso de los cernícalos primillas), Manolo Flores (que aún no había hecho honor a su apodo en aquella época)….y seguro que me olvido de alguno más.

Y bueno, he de reconocer que muchas veces cuando me encuentro con Víctor no puedo evitar que mi subconsciente le ponga banda sonora y que cada vez que se mueve o se levanta suene en mi cabeza este instrumento…..aunque de esto quizás sólo nos acordemos él y yo.


Gracias Víctor! Y también a ti, Jesús!

PD.: He intentado encontrar imágenes de ese campamento del 82, pero por aquella época muy pocos teníamos cámaras de fotos y a penas hay testimonios gráficos. Si algún lector puede hacerse de alguna (que las hay), se lo agradecería enormemente. Creo recordar haber visto fotos de todos sentados bajo una encina mientras Suso Garzón y Santiago Hernández nos daban sus respectivas charlas.

18 comentarios:

  1. Atanasio qué bonita esta entrada!!, me ha gustado mucho leerla porque veo que hay gente a igual que yo que esta pasión por el campo la llevan dentro desde que nacieron, la llevamos en la sangre digo yo (veo que no era la única majara que me dedicaba a desmenuzar egagrópilas...) Esos momentos que has ido recordando también me han hecho recordar momentos parecidos que he tenido, la vieja guía con las páginas ya amarillentas, los prismáticos típicos de los pajareros, yo tuve dos debido a que a los dos les dí un golpe y les moví las lentes, uno aún lo conservo... Ha sido una entrada muy bonita y me alegro mucho que se la puedas dedicar a tu amigo Victor y espero que puedas compartir con el muchas salidas más, merecerá la pena... Muy bonita entrada, un abrazo...

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  2. Hola Atanasio, a mi tambien me ha gustado mucho tu entrada, y el tema de escribir tu propio cuaderno de campo... enhorabuena.

    Un saludo.

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  3. Nacho, una historia de lo más entrañable, está claro debió ser una experiencia de las que se marcan muy dentro y un día, mucho tiempo después, afloran como si hubieran sido recientes.
    Conociendo a Victor no me extraña que se acordara de ese detalle, jeje.
    Un abrazo.
    Marcos

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  4. Una entrada entrañable Atanasio.

    Con un recuerdo y cuatro pinceladas vemos como se formó el gran naturalista que eres.

    Estoy de acuerdo con Esmeralda, la pasión por el campo se "llevaensangre" y para siempre.

    Saludos.

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  5. http://www.youtube.com/watch?v=POACRbmaR90&feature=related

    ;)

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  6. Hola Atanasio,muy buena la entrada!! respira amoor y respeto porla Naturaleza por los cuatro costados.Yo tambien soy de la generación Felix y coincido contigo en lo de imitar sus cuadernos de campo,cosa que yo tambien hago a mi manera claro con notas de las salidas y dibujos de lo que veo,por donde voy...un dia de estos ya subiré algo...Gracias por compartirlo y que cada dia sea más grande el club de los que nos gusta la Naturaleza y que sobre todo respetamos.Brindo por ello!!
    Un saludo desde el delta del Llobregat!!

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  7. Al final, sin ser la naturaleza fuente de ingresos económicos, tuve que dejar compilados y guardados multitud de apuntes de campo. Todavía me quedan egagrópilas de búho real por analizar guardadas en cajas fechadas; la más vieja, de 1999.
    Buenos recuerdos Atanasio los de observador de fauna en la infancia. En mi caso, siempre preferí las secuencias de comportamiento, a las citas accidentales.
    Una entrañable entrada.
    Saludos.

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  8. Preciosa entrada y preciosos los cuadernos.

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  9. Con toda la razon del mundo estimado Atanasio, algun jovenzuelo te podria calificar de "fryky"...
    Quine no vivió aquellos años magicos cuando todavia se respiraba naturaleza "natural", a buen seguro no sabria entender lo que con esta entrada nos quieres transmitir.
    Te mando un fuerte abrazo;
    Otro carroza compugido , Fernando Gavilan.

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  10. Que gran entrada Atanasio, con todo el calor y la pasión que despiertan las grandes empresas. Recuerdo esos cuadernos de Félix, que nos marcaron a todos los chavales. Es cierto, en aquella época se respiraba naturaleza en esta tierra nada más salir de casa, porque jugabamos en el campo. En realidad menos cuatro calles, todo era campo en los pueblos. Recuerdo el Monfragüe de finales de los 70. Yo, desgraciadamente, no tuve tu admirable perseverancia en el tema. Sigue así
    Pd.-Gracias por tus comentarios a mis bichos, es un honor viniendo de ti. Lo de las lentes lo veo más factible que mi falta de paciencia. Probaré. Un fuerte abrazo

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  11. Bonito homenaje a la nostalgia de unos años mágicos, Nacho, con los que muchos de los que nos apasiona el campo desde niños nos identificamos. Creo que Félix fue el nexo de unión de todos los enamorados de la vida en esa época. Me sumo a ese homenaje. (¡Que mayores vamos siendo!)

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  12. Que entrada más buena Nacho...me entran ganas de rebuscar en los cajones (aunque la cámara y la libreta de chaval andan cerca también, los estoy viendo en una estantería ahora mismo) Qué años y qué sensaciones más intensas,se pone uno un poco tristón y melancólico no creas, qué tiempos, no pasan los años en balde, eso sí, aquellos años de chaval con los prismáticos al cuello son los que nos marcaron a todos de una manera muy fuerte, de eso no hay duda y eso no nos lo puede quitar nadie... Vaya entrada más cojonua, insisto ;-). Un abrazo

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  13. Wow!!!
    Entre todas tus entradas esta es mi favorita. Buenisima! Realmente los cuadernos de tu Tio Jesus son maravillosos -un tesoro.
    Sabes, el arte o la practica de dibujar y anotar la naturaleza en ingles se llama "Nature Notebooking" o "Nature Journaling" y es una de mis pasiones. Cuando tengas tiempo te puede interesar:
    *Keeping a Nature Journal por Clare Walker Leslie/Charles Roth

    Gracias por visitar mi blog :-) Por fin probaste la ensalada?
    Besos desde California

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  14. Vaya, he sido el último en enterarme de esta entrada :), Nacho, muchas gracias, es muy entrañable. Yo, como muchos de los que nos iniciamos en este mundo de la naturaleza, aun conservo como oro en paño mis cuadernos de campo, guías y algún que otro prismático destartalado. El más querido es un viejo prismático ruso de la marca Koxka, lleno de bollos, que cayó sobre una peña desde lo alto de un crestón de Las Villuercas. No se ve ni un pimiento pero tiene un olor a campo y cuero viejo que me lleva a ese pasado que recordamos con añoranza.

    De vez en cuando hojeo los cuadernos y veo la evolución de las anotaciones, semejantes a la de las pinturas rupestres: del naturalismo más auténtico -entendible por todos- a la abstracción personal, ilegible para el resto de los mortales.

    Creo que conservo alguna foto de aquel campamento de Monfragüe ¡de 1982!,¡cómo pasan los años! (y yo queriendo quitarme unos cuantos de encima). Las buscaré y, si no resultan muy ofensivas para nuestra autoestima, habrá que publicarlas en una nueva entrada. Ya te cuento.

    Bueno, y lo del arpa de boca ha sido impactante, ya ni me acordaba, ¡sólo de aquella rectriz externa del chochín!.

    Un abrazo!!

    Víctor

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  15. Esto me ha encantado un montón,me lleva a mis primeras observaciones de campo y mis primeros descubrimientos de la naturaleza canaria, y mi posterior afición a la fotografía de aves, sobre todo.gracias por compartilo Atanasio.Un cordial saludo.

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  16. Querido amigo Nacho, no estás solo en la larga lista de personas que debemos mucho de lo que conocemos en Ornitología al detallista Jesús. Cuando uno andaba reconociendo especies, el estaba discerniendo machos, hembras o jóvenes por el canto. Estoy en mismo bando de reconocer que nunca seré capaz de haber agradecido lo suficiente a Jesús todo lo que me enseñó, y no solo en el mundo de la pluma

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  17. Hola Nacho, yo fui otro de los afortunados de ese campamento del 82 en Monfragüe, fuimos los amigos de la calle la Maya Joaquín Mazón, Manolo Flores, Uve, Jose Luis Ruiz Cubilla... en fin yo tenía sólo 11 años y me dejaron ir porque nos vigilaba Antonio Gutiérrez, de quien mis padres se han fiado siempre, allí estrené mi guía Peterson y mis Super Zenit 10x50 (como pesaban, tengo alguna foto , ya te la pasaré, muchas veces he pensado en como consiguieron motivarnos para conservar hasta hoy en esta afición y sin ganas de abandonar, también recuerdo las tiendas "sin Suelo" donde nos metíamos 9 junto al Malvecino, Un Abrazo
    Juan Pablo

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