Nikon D300 + 600mm f4 (ISO 200; 1/1600; f5; -0,3 eV) Marismas del Odiel (Huelva)
El peculiar y desmesurado pico de la espátula ha sido el resultado de una larga evolución que ha culminado en una estructura diseñada para que estas aves puedan alimentarse de un modo diferente a las demás. Y, sin duda, esta ventaja adaptativa ha sido la clave para que hayan podido establecerse con éxito en hábitats donde deben competir con otras especies por los recursos disponibles.
Muchas de las aves que se alimentan en lagunas, marismas y otros humedales disponen de picos dotados de complejos sistemas para filtrar el agua y retener el alimento, capturando así pequeños vertebrados, invertebrados, semillas, plantas o incluso algas. Han modificado sus picos de tal modo que actúan como una potente bomba de succión, utilizando la lengua y una serie de filamentos (lamellas) estratégicamente dispuestos para filtrar el alimento a la vez que expulsan el agua. Por ejemplo, los flamencos y la mayoría de las anátidas se alimentan de este modo.
La espátula ha prescindido de esos elementos filtradores, habiendo desarrollado un sistema basado en disponer de una elevada densidad de receptores táctiles en la parte terminal y más engrosada de su pico, precisamente la que asemeja la forma de una espátula. Estos receptores son tan sensibles que detectan el movimiento de sus presas bajo el agua, capturándolas al entrar en contacto con ellas. De este modo, la estrategia de alimentación de las espátulas consiste en mantener el pico entreabierto bajo el agua, realizando rápidos y continuos movimientos a derecha e izquierda y esperando a que sus receptores detecten la presencia de una presa entre ambas mandíbulas. En ningún caso se valen de la vista para localizar el alimento y ello les permite alimentarse tanto de día como de noche (quizás alguna vez os hayáis sorprendido al ver a las espátulas rastreando intensamente el agua al anochecer o incluso antes de amanecer). No obstante, para ganar en efectividad deben alimentarse siempre en aguas poco profundas y donde exista una elevada disponibilidad de alimento.
La parte más engrosada del pico cuenta con una pequeña depresión (al menos en la mandíbula inferior) que sirve de receptáculo para retener a las presas con más facilidad al cerrar el pico. A partir de este momento, la ventaja que les supone disponer de un largo pico para encontrar alimento……se convierte en un inconveniente para hacer llegar las presas hasta la garganta. Como no disponen de una lengua tan larga como para que les sea útil en esta labor, deben ayudarse de un rápido movimiento de la cabeza, primero hacia atrás e inmediatamente después hacia delante, para que la presa “viaje” desde la punta del pico hasta la garganta. Y es precisamente ese instante el que he captado en la primera imagen: el último viaje del camarón a lo largo del pico de la espátula.
Muchas de las aves que se alimentan en lagunas, marismas y otros humedales disponen de picos dotados de complejos sistemas para filtrar el agua y retener el alimento, capturando así pequeños vertebrados, invertebrados, semillas, plantas o incluso algas. Han modificado sus picos de tal modo que actúan como una potente bomba de succión, utilizando la lengua y una serie de filamentos (lamellas) estratégicamente dispuestos para filtrar el alimento a la vez que expulsan el agua. Por ejemplo, los flamencos y la mayoría de las anátidas se alimentan de este modo.
La espátula ha prescindido de esos elementos filtradores, habiendo desarrollado un sistema basado en disponer de una elevada densidad de receptores táctiles en la parte terminal y más engrosada de su pico, precisamente la que asemeja la forma de una espátula. Estos receptores son tan sensibles que detectan el movimiento de sus presas bajo el agua, capturándolas al entrar en contacto con ellas. De este modo, la estrategia de alimentación de las espátulas consiste en mantener el pico entreabierto bajo el agua, realizando rápidos y continuos movimientos a derecha e izquierda y esperando a que sus receptores detecten la presencia de una presa entre ambas mandíbulas. En ningún caso se valen de la vista para localizar el alimento y ello les permite alimentarse tanto de día como de noche (quizás alguna vez os hayáis sorprendido al ver a las espátulas rastreando intensamente el agua al anochecer o incluso antes de amanecer). No obstante, para ganar en efectividad deben alimentarse siempre en aguas poco profundas y donde exista una elevada disponibilidad de alimento.
La parte más engrosada del pico cuenta con una pequeña depresión (al menos en la mandíbula inferior) que sirve de receptáculo para retener a las presas con más facilidad al cerrar el pico. A partir de este momento, la ventaja que les supone disponer de un largo pico para encontrar alimento……se convierte en un inconveniente para hacer llegar las presas hasta la garganta. Como no disponen de una lengua tan larga como para que les sea útil en esta labor, deben ayudarse de un rápido movimiento de la cabeza, primero hacia atrás e inmediatamente después hacia delante, para que la presa “viaje” desde la punta del pico hasta la garganta. Y es precisamente ese instante el que he captado en la primera imagen: el último viaje del camarón a lo largo del pico de la espátula.
Nikon D300 + 600mm f4 (ISO 200; 1/800; f4; -0,3 eV. Amanecer en las Marismas del Odiel (Huelva).
Al igual que en la anterior, no era posible hacer las fotos con el sol a mis espaldas, así que disfruté del contraluz.
Al igual que en la anterior, no era posible hacer las fotos con el sol a mis espaldas, así que disfruté del contraluz.
En estos enlaces podéis ver la técnica de alimentación de las espátulas:
Felicitaciones por éstas bonitas tomas y gracias por la información que expones. Bonito reportaje. Saludos
ResponderEliminarIn your honour and in the honour of wall the Photographers, I published an ilustration.
ResponderEliminarLa primera imagen es impresionante. Felicidades.
ResponderEliminarEl pobre camarón no tiene escapatoria :)
Saludos
Lourdes
Magnificas fotos y excelente texto,la primera la clavaste en una toma muy original.saludos
ResponderEliminarGracias por tus textos y sobre todo por deleitarnos con tus imágenes siempre originales.
ResponderEliminarHasta pronto
Domingo
La primera foto es de concurso... Me encanta. ¿Con qué nos asombrarás en tu próxima entrada?...
ResponderEliminarAbrazos.
Buenísimas fotos, videos y letras sobre este bonito animal.
ResponderEliminarMuchas gracias por subscribirte a nuestro blog y un saludo!!. Continúa igual!!.
Interesante la evolución y el funcionamiento del pico de las espátulas. Extraordinario el viaje del camarón seguido por las gotas de agua, menuda foto!, enhorabuena.
ResponderEliminarVaya momento que has captado Atanasio. Aparte de la dificultad de la toma (¿ráfaga?) es de una belleza singular. El camarón con el rastro de las gotas es impresionante.
ResponderEliminarPD.- Gracias por la "identificación" del Cantus Albidus. Menudas sorpresas se lleva uno
La primera foto es muy interesante y la narracion muy informativa.
ResponderEliminarAdemas video!!! Gran trabajo.
Ya sólo falta un macro del camarón mientras es engullido por la espátula...
ResponderEliminarUna Gran foto, sí Señor.
Un abrazo
Hola Nacho,
ResponderEliminarBien aprovechada esa escapada veraniega a Huelva, la de la espátula, la primera, impresionante.
Gracias por tus comentarios...
Un abrazo,
Isa y Nico
Hola Nacho, Pero si hasta está nítido el camarón, una autentica captura de caza mayor. Felicidades.
ResponderEliminarGreat shots. Love the first one.
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