viernes, 28 de noviembre de 2008

El Archibebe pescador


El Archibebe claro (Tringa nebularia) es una de las especies que podemos ver ahora con relativa facilidad durante el paso migratorio y en algunas áreas también puede permanecer como invernante. Es fácilmente identificable por su plumaje grisáceo, muy blanco por abajo, patas verdosas, muy largas y delgadas, y en vuelo muestra una distintiva cuña blanca que se extiende desde la cola hasta casi la nuca. Otro rasgo inconfundible es su pico, que está visiblemente curvado hacia arriba, siendo muy pocos los limícolas con esta característica (es más frecuente el pico curvado hacia abjo).
Pero hay una peculiaridad que lo hace distinto al resto de Archibebes y a la mayoría de los limícolas: su habilidad para pescar. Podemos verlo comportándose como sus congéneres, recorriendo ágilmente las orillas introduciendo insistentemente el pico en la arena o el barro en busca de invertebrados, pero cuando se dan las condiciones apropiadas, desarrolla un comportamiento muy especializado que evidencia su habilidad para la captura de peces. Cuando encuentra zonas de aguas someras, donde le resulta más fácil pescar, comienza a correr velozmente mientras mantiene el pico abierto y parcialmente sumergido en el agua, con el cuello completamente estirado, cambiando varias veces de dirección e incluso girando sobre sí mismo describiendo círculos. De este modo tan hábil consigue atrapar los peces, recordando mucho a los movimientos de una Espátula o de una Avoceta. Se me ocurre que quizás ese pico curvado hacia arriba tenga que ver con su capacidad para pescar...quién sabe..., pero desde luego no ha evolucionado hasta tener esa forma por motivos estéticos!

Este comportamiento es sin duda es un rasgo muy útil y fiable para su identificación en el campo y siempre que observemos un esbelto limícola de plumaje grisáceo corriendo velozmente por el agua, hay muchas posibilidades de que se trate del Archibebe claro.

La imagen está tomada en las marismas de Isla Cristina (Huelva), donde observé durante dos días consecutivos a este Archibebe en el mismo lugar y con el mismo comportamiento y finalmente me decidí a hacerle un aguardo. Aparecía siempre cuando la marea empezaba a bajar, justo en el borde de la marisma, en un lugar donde en menos de 1 hora la lámina de agua desaparecía para convertirse en un mar de limo. Mientras se iba vaciando se mantenía un pequeño charco de escasa profundidad en el que se acumulaban centenares de pequeños peces. Cuando se disponía a pescar, el Archibebe se situaba en la zona más profunda del charco, empezando a correr con el pico abierto y semisumergido en dirección a las orillas, reduciendo así las posibilidades de huida de los peces. Era muy curioso verlo! A medida que avanzaba con su pico, el agua parecía “hervir” a su paso debido al intenso movimiento de los peces intentando escapar. En la imagen se aprecia este efecto alrededor del ave.

Enlace a esta imagen en Fotonatura

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