viernes, 28 de noviembre de 2008
La Ley del plomo
Tenía guardada esta imagen para escribir algún día sobre la caza fotográfica y los parecidos y diferencias entre cazadores y fotógrafos. Pero el tema de la “Ley del Plomo”, tan de actualidad en estos días, ha provocado que haya tenido que sacarla anticipadamente de mi archivo. Como sabréis, el próximo sábado 1 de marzo está convocada una manifestación en Madrid bajo el lema “Por el campo, la caza y la conservación”, en la que algunos colectivos de cazadores pretenden protestar ante el Ministerio de Medio Ambiente por su disconformidad ante la entrada en vigor de la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad. Aunque sus protestas se centran en determinados aspectos de la Ley que también me apetecería rebatir ampliamente, creo que merece la pena discutir el que se ha convertido en su argumento en contra más relevante: la prohibición de que los cazadores usen munición de plomo en los humedales protegidos, es decir, aquellos incluidos en Red Natura 2000 o en el Convenio Internacional de Ramsar. Esta prohibición ha motivado que la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad haya sido rebautizada por sus detractores como “la Ley del plomo”.
Las razones para prohibir el uso del plomo son conocidas desde hace tiempo, incluso por los propios cazadores. Cuando se dispara a las aves acuáticas en los humedales, miles de perdigones de plomo se depositan en el fondo del agua, incorporándose de inmediato a las cadenas tróficas. Numerosas especies de aves acuáticas consumen estos perdigones confundiéndolos con las pequeñas piedrecillas y granos de arena que necesitan ingerir para ayudar a la molleja en su función trituradora de alimento. El plomo de los perdigones es degradado rápidamente en el interior del sistema digestivo de las aves, se acumula en su organismo y cuando alcanza determinados niveles les provoca la muerte. No se trata de un hecho accidental y poco relevante: se estima que más de 50.000 aves acuáticas mueren cada año envenenadas por plomo (plumbismo) y más de 150.000 ejemplares padecen sus graves secuelas. Se trata un fenómeno que no actúa selectivamente y afecta en igual medida a especies muy comunes y abundantes (Ánades, Cercetas, Porrones, Fochas, Gansos, Flamencos, Agachadizas, Agujas, ...) como a otras muy amenazadas (Cerceta pardilla, Malvasía, Focha moruna). El problema se agrava debido a que muchos patos forman parte de la dieta de otras especies de aves, como las grandes y medianas rapaces (Águila real, Águila imperial, Aguilucho lagunero, Halcón peregrino, Alimoche), que al consumir su carne asimilan el exceso de plomo, ocasionándoles primero la infertilidad y después la muerte.
Por aportar algunos datos relevantes, en España la actividad cinegética ha provocado sólo en los últimos 10 años el vertido de más de 60.000 toneladas de plomo, aumentando la contaminación por este metal pesado a un ritmo creciente de 6.000 Tm anuales. Después de siglos de tradición cinegética, podemos “presumir” de tener en nuestro territorio algunos de los humedales más contaminados por plomo de Europa, como la Albufera de Valencia, el Delta del Ebro o la Laguna de Medina (Cádiz), llegando a alcanzar concentraciones de hasta 300 perdigones por metro cuadrado.
Resulta cuanto menos increíble que determinados colectivos de cazadores puedan estar en contra de la prohibición de esta fuente envenenamiento masivo e indiscriminado. Quizás, planteando esta reflexión desde otro punto de vista podríamos hacerles cambiar de opinión. ¿Pensarían lo mismo si las victimas de este envenenamiento fueran ellos mismos, o mejor dicho, todos nosotros? La incidencia del plomo en los humanos es un hecho sobradamente comprobado (tiene hasta nombre: saturnismo) y la historia nos ha dejado ejemplos de gran relevancia, como su relación con la caída del Imperio Romano o la muerte por intoxicación grandes celebridades como Goya o Beethoven. Del mismo modo que el plomo ocasiona a las aves la muerte directa o indirecta, el exceso de este metal, tarde o temprano, acaba llegando también a nosotros. Lo queramos o no, estamos en la cúspide de la pirámide ecológica para lo bueno y para lo malo. Por ejemplo, se estima que el 40% de las aves acuáticas que abaten los cazadores no son aptas para el consumo humano debido a su elevada concentración de plomo (y encima nos las comemos!!!). Muchas zonas de caza situadas en terrenos agrícolas (arrozales, maizales, cereales) acumulan grandes cantidades de plomo que son asimiladas por las plantas y que posteriormente consumimos en nuestras casas o utilizamos como pienso para alimentar a animales que forman parte de nuestra dieta (gallinas, ovejas, vacas....). El ganado extensivo se alimenta en pastizales que son generosamente regados cada año con plomo, provocando que la carne o la leche que luego consumimos tenga niveles cada vez más altos de plomo. Por desgracia, los perdigones tardan más de 300 años en degradarse por completo y estamos ante un problema que permanecerá latente durante varias generaciones.
La lucha emprendida por los cazadores en contra de su prohibición carece de toda lógica. La sociedad es consciente de la toxicidad de este metal desde hace décadas. Se han instalado catalizadores en todos los coches de gasolina y se ha logrado eliminar el plomo de este combustible a nivel mundial para evitar los nocivos efectos de su combustión. Las antiguas tuberías de plomo para la conducción de agua han sido sustituidas en su práctica totalidad por otros materiales, evitando así una de las fuentes principales de envenenamiento en humanos. Hace años se cambió la composición de las pinturas y barnices domésticos para eliminar el plomo, por ser un foco permanente de contaminación en los hogares (uno de los menos conocidos, pese a que desde la antigüedad se ha empleado para fabricar la pintura blanca, llegando a constituir hasta el 50% de su formulación). Las empresas de electrónica se vanaglorian ahora de fabricar productos que no incluyen plomo en sus soldaduras. Por tanto, ¿en qué mundo viven los que exigen su derecho a seguir vertiendo veneno al medio ambiente?
De todo lo que he leído estos días sobre el tema, me ha llamado poderosamente la atención los últimos estudios científicos que han demostrado la estrecha relación existente entre la agresividad y el plomo en nuestra sociedad (poned las palabras plomo y agresividad en Google y ya veréis el acojone que os entra.....). Los altos niveles de plomo favorecen los comportamientos agresivos debido a que afectan al sistema nervioso central, siendo la población infantil la que resulta afectada en mayor medida, ocasionándoles además problemas de desarrollo, anemia, ansiedad, daños renales, etc... Por citar un par de ejemplos, en Estados Unidos se ha demostrado científicamente la disminución del número de homicidios al bajar la exposición de la población al plomo.....o el lamentable caso de “los niños de plomo”, generaciones de niños peruanos que vivieron en contacto con este tóxico y cuyas vidas han quedado marcadas para siempre por las secuelas.
Y es por todo esto que me parece injusto que los cazadores no reconozcan la realidad del problema, sobretodo cuando tiene una fácil solución: sustituir el plomo por perdigones de otro metal (acero o de otras aleaciones que ya se comercializan) y adaptar las escopetas al uso de este tipo de munición (cambinado los cañones, ya se desgastan al usar perdigón de acero).
Me encantaría ver una gran pancarta encabezando esta manifestación donde se leyese: “Por el campo, la caza y la conservación: vamos a dejar de envenenar con plomo”. No es un capricho de legisladores “conservacionistas”, es un problema para la salud de la fauna silvestre y de todos nosotros.
Se me ha vuelto a ir la tecla......, no lo puedo evitar, ....pero creo que es un tema que realmente lo merece. Gracias por llegar hasta aquí.
Un saludo a todos!!
Os dejo estos enlaces que os recomiendo que visites si os interesa el tema:
http://www.fedecaza.com/manifestacion/notas.asp (lo que piensan los cazadores)
http://caza-raicesycultura.blogspot.com/2007/12/tarta-ecolgica.html (lo que piensan otros cazadores....no son todos iguales)
http://waste.ideal.es/plomo.htm (sobre los perjuicios del plomo)
http://quiro.uab.es/tox/wnew/plomo.pdf (excelente)
http://quiro.uab.es/tox/wone/one.htm (muy gráfico)
http://www.mma.es/secciones/biodiversidad/especies_amenazadas/vertebrados/aves/plumbismo/plumbismo.htm (el plumbismo en España, estudio de 1990, pero interesante)
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Plomo/elpepisoc/19980721elpepisoc_9/Tes/
http://www.genaltruista.com/notas/00000257.htm (plomo y homicidios)
Enlace a eta imagen en Fotonatura
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