viernes, 28 de noviembre de 2008

La más bella trampa



La vida, al igual que la muerte, forman parte de un mismo ciclo y ambas pueden estar rodeadas de belleza. Esta pequeña polilla encontró el fin de sus días entre las pegajosas hojas de la Atrapamoscas (Drosera rotundifolia), una especie especializada en capturar insectos de pequeño tamaño e incluida por ello entre las plantas llamadas “carnívoras”. Sus hojas presentan unas glándulas que liberan una sustancia pegajosa (mucílago) con la que consiguen retener a sus presas, junto con enzimas que facilitan su posterior “digestión”. Este proceso es realmente alucinante cuando lo vemos filmado con cámara rápida y podemos descubrir con detalle lo que ocurre en realidad. Una vez que el insecto queda inmovilizado, todas la glándulas que se encuentran alrededor se giran lentamente envolviéndolo, a la vez que la hoja se estimula con las vibraciones y se dobla para lograr que la trampa sea completamente letal, facilitando así la absorción de las sustancias que se obtienen de la degradación enzimática. He encontrado dos vídeos que muestran este proceso, que por ser tan lento pasa desapercibido para nuestros ojos (los vídeos son de YouTube, se descargan rápido y son cortos):

http://es.youtube.com/watch?v=Bjlvz8Lc_HM

http://es.youtube.com/watch?v=AanuqMxwU2A

La Drosera es una de las más bellas trampas que ha creado la Naturaleza. Su intenso colorido y el brillo mortal de sus glándulas logran que atraiga nuestra atención cuando conseguimos descubrirla entre los mantos de Sphagnum. Pese a que la conocemos más por sus características hojas, presentan unas llamativas flores de color blanco puro que crecen al final de un largo tallo. Se abren durante escaso tiempo y pueden autopolinizarse mientras la flor permanece cerrada (cleistogamia).

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